Antes de nada, pedir disculpas por esta prolongada ausencia. Como muchos sabréis, estudio Telecomunicaciones y hasta hoy no he podido liberarme del todo de un periodo de exámenes y entrega de prácticas bastante denso. En fin, prometo que a partir de ahora y hasta que los estudios vuelvan a requerir una mayor entrega voy a retomar el ritmo habitual de publicación.
Y ya que hablamos de Telecomunicaciones, hoy os quiero comentar algo interesante y práctico relacionado con los números de información de Telefónica. Cuando pensáis en un número de consulta telfónica, ¿qué se os viene a la cabeza? Seguramente os acordéis del 11888, con esos dicharacheros Pelochos rojos y sus estoicos acompañantes. O quizás del 11811 y ese simpático personaje setentero que ha convertido este número en sinónimo de peinado afro. E incluso quizás penséis en el heroico tidós, el superhéroe que en un santiamén te localiza un sitio dónde preparar una cena romántica a través del 11822. Pero, ¿alguien se acuerda del 11818?
Empecemos desde el principio. Resulta que por ley en telefonía debe ofrecerse el llamado Servicio Universal, que permite a todos los ciudadanos acceder a la línea telefónica sin que los intereses económicos de las compañías se lo impidan. Este servicio engloba aspectos tan importantes como la conexión a la línea pública de cualquier ciudadano que lo solicite (ya esté viviendo en el centro de una capital o en el cortijo más remoto), la instalación y mantenimiento de cabinas telefónicas o la publicación de la guía de teléfonos. Hasta la liberalización del mercado de las telecomunicaciones a finales de los 90, Telefónica, como única compañía, era la depositaria de este servicio, aunque cuando acabó su monopolio la prestación del servicio se presentó a concurso y Telefónica consiguió mantenerlo.
Bien pero, ¿qué tiene que ver esto con los números de información? Es que una de las obligaciones dentro del Servicio Universal es poner a disposición de los ciudadanos un número de consulta sobre números de abonados, que por ley es el 11818. Este número presenta unas tarifas fijas que la compañía está obligada a mantener. Pero claro, a Telefónica la prestación del Servicio Universal le supone en muchos casos más pérdidas que beneficios directos, aunque le permita una consolidación mayor en el mercado, y en un claro afán por aumentas éstos últimos han inventado el 11888 (en realidad, de los tres mencionados es el que equivale directamente con el 11818) con una tarifa más cara. La táctica es sencilla: creamos un número que sólo difiere en una cifra del que nos obligan a utilizar, aumentamos su precio y lo publicitamos por todos lados hasta que a la gente se le grabe bien en el cerebro. Mientras que el 11818 tiene un precio fijo por llamada de 0,40 € (más IVA), en el 11888 incluyen una compleja tarificación por tiempo que encarece bastante la consulta. Además, para colmo el 11818 es gratuito desde cualquier cabina telefónica.
Creo que el Gobierno debería fomentar el uso del 11818 a través de anuncios institucionales, aunque supongo que sería muy difícil competir con el nivel mediático de una multinacional como Telefónica. En fin, vosotros ya lo sabéis. Por muy simpáticos que sean los Pelochos, si llamáis al 11818 están obligados a daros el mismo servicio y os saldrá bastante más barato. Avisados estáis.
Y ya que hablamos de Telecomunicaciones, hoy os quiero comentar algo interesante y práctico relacionado con los números de información de Telefónica. Cuando pensáis en un número de consulta telfónica, ¿qué se os viene a la cabeza? Seguramente os acordéis del 11888, con esos dicharacheros Pelochos rojos y sus estoicos acompañantes. O quizás del 11811 y ese simpático personaje setentero que ha convertido este número en sinónimo de peinado afro. E incluso quizás penséis en el heroico tidós, el superhéroe que en un santiamén te localiza un sitio dónde preparar una cena romántica a través del 11822. Pero, ¿alguien se acuerda del 11818?
Empecemos desde el principio. Resulta que por ley en telefonía debe ofrecerse el llamado Servicio Universal, que permite a todos los ciudadanos acceder a la línea telefónica sin que los intereses económicos de las compañías se lo impidan. Este servicio engloba aspectos tan importantes como la conexión a la línea pública de cualquier ciudadano que lo solicite (ya esté viviendo en el centro de una capital o en el cortijo más remoto), la instalación y mantenimiento de cabinas telefónicas o la publicación de la guía de teléfonos. Hasta la liberalización del mercado de las telecomunicaciones a finales de los 90, Telefónica, como única compañía, era la depositaria de este servicio, aunque cuando acabó su monopolio la prestación del servicio se presentó a concurso y Telefónica consiguió mantenerlo.
Bien pero, ¿qué tiene que ver esto con los números de información? Es que una de las obligaciones dentro del Servicio Universal es poner a disposición de los ciudadanos un número de consulta sobre números de abonados, que por ley es el 11818. Este número presenta unas tarifas fijas que la compañía está obligada a mantener. Pero claro, a Telefónica la prestación del Servicio Universal le supone en muchos casos más pérdidas que beneficios directos, aunque le permita una consolidación mayor en el mercado, y en un claro afán por aumentas éstos últimos han inventado el 11888 (en realidad, de los tres mencionados es el que equivale directamente con el 11818) con una tarifa más cara. La táctica es sencilla: creamos un número que sólo difiere en una cifra del que nos obligan a utilizar, aumentamos su precio y lo publicitamos por todos lados hasta que a la gente se le grabe bien en el cerebro. Mientras que el 11818 tiene un precio fijo por llamada de 0,40 € (más IVA), en el 11888 incluyen una compleja tarificación por tiempo que encarece bastante la consulta. Además, para colmo el 11818 es gratuito desde cualquier cabina telefónica.
Creo que el Gobierno debería fomentar el uso del 11818 a través de anuncios institucionales, aunque supongo que sería muy difícil competir con el nivel mediático de una multinacional como Telefónica. En fin, vosotros ya lo sabéis. Por muy simpáticos que sean los Pelochos, si llamáis al 11818 están obligados a daros el mismo servicio y os saldrá bastante más barato. Avisados estáis.