lunes, 30 de agosto de 2010

Game & Watch o el insustituible encanto de lo auténtico


¡Menudo el artefacto que ha caído en mis manos! Una Game & Watch Fire del año 81 que, tras encontrar unas pilas del modelo oportuno, funciona estupendamente.

Pero vayamos por partes. Para la gente que no conozca las Game & Watch, se trata de una serie de videojuegos electrónicos que sacó Nintendo a partir de 1980 y que fueron los predecesores de las videoconsolas portátiles. Cada uno tenía un único juego con dos modos de dificultad (Game A y Game B) y el control era bastante simple, generalmente con sólo dos botones (izquierda y derecha) aunque luego algunas incluían una cruceta. Los juegos eran muy sencillos pero tremendamente adictivos y había una gran variedad: se llegaron a comercializar unos 60 tipos entre 1980 y 1991. Además, servían como reloj y despertador, por lo que nunca se apagaban.

Ahora se han convertido en todo un objeto de coleccionista y se venden a un precio bastante alto. En cuanto a mi experiencia, desde que vi un par de ellas en un museo de Milán y, más tarde, en la Nintendoworld de Nueva York, me enamoré del cacharrito y, en mi conocido afán coleccionista, a lo que se une que mi fecha de nacimiento no me permitió disfrutarlas, quise conseguir una como fuese. Recordaba una magnífica reedición que hicieron para Game Boy Color de los juegos clásicos de las Game & Watch que me dejaba una vecina y a la cual eché bastantes horas (y que por cierto, también me gustaría tener u.u). Pues bien, de repente hace una semana me encuentro una en la mesa del salón de casa de mis abuelos, que al parecer había sido de mis primas.


Con la de gráficos tremendos que se hacen hoy día parece mentira que no llegue a superarse el nivel de diversión y adicción de estos jueguecitos. En este concretamente, Fire, que pertenece a la serie Widescreen, tú manejas a dos bomberos que llevan una cama elástica, y varios monigotes (el que luego pasó a ser conocido como Mr. Game & Watch) saltan de las ventanas de un edificio en llamas. Tú misión es impedir que caigan al suelo y guiarlos sanos y salvos hasta la ambulancia del otro extremo de la pantalla. Por mi parte, ya he echado un buen número de partidas (451 puntos de récord en Game A) y hasta me lo puse un día de despertador (¡qué maravilloso despertar con el sonido mono del cacharrito!). Para que lo veáis en acción, aquí os dejo un vídeo en el que aparece mi hermana jugando. Y si alguno tuvisteis o tenéis alguna, me gustaría que compartiéseis vuestra experiencia en los comentarios.




(Gracias a mi tío Pedro por cederme el aparatito :D)

viernes, 27 de agosto de 2010

Sr. censor



Muy curioso me ha resultado el artículo que he encontrado en El País acerca de la censura cinematográfica en España, coincidiendo con el trigésimo aniversario del estreno en nuestro país de La Dolce Vita, una de las obras cumbre de Fellini, en realidad veinte años más antigua. Lo que llevó a la prohibición de la película no fue tanto la famosa escena en la que Marcello Mastroianni y Anita Ekberg se bañaban en la Fontana di Trevi como la fiesta casi orgiástica del castillo de Sutri.

La censura, llevada a cabo por la Junta Superior de Orientación Cinematográfica, fue a menudo burda, como cuando hicieron hermanos a la pareja adúltera del Mogambo de John Ford. Se ve que el incesto era preferible al adulterio, pues no ocultaban los besos ni los celos, aunque luego quitasen en el Edipo Rey de Pasolini la escena en la que el protagonista se acuesta con Yoclasta, su propia madre, esencial para comprender la tragedia. Y el colmo de lo cutre era cambiar el final desolador de algunas películas como Ladrón de bicicletas o Los 400 golpes añadiendo una voz en off que transformase radicalmente el sentido.

En fin, que cuántas cosas no habremos perdido en esos años de franquismo, no sólo por la censura sobre el cine que llegaba de fuera, sino más bien sobre la producción patria, que tuvo bastante limitados a grandes genios como Berlanga. País... Si queréis saber más no dejéis de leer el artículo original.

lunes, 23 de agosto de 2010

A cámara lenta



Qué maravilla Tempus II, el vídeo que ha rodado Philip Heron, un estudiante británico de arte y diseño, en el que se ven diferentes impactos a cámara lenta. Desde un martillo aplastando una naranja hasta un karateka rompiendo una pila de ladrillos, las escenas son realmente espectaculares y el resultado final es muy artístico. Aunque de estilo completamente diferente, también está muy bien la primera parte, Tempus I. Os recomiendo que los veáis a pantalla completa, claro está.

jueves, 19 de agosto de 2010

Origen o no te fíes del grueso de los internautas



Cuando un amigo me habló sobre el estreno de Origen, la nueva película de Christopher Nolan, no pude evitar sentir curiosidad ante las críticas que despertó en Filmaffinity, una de las webs sobre cine más visitadas. Resulta que nada más estrenarse alcanzó una calificación cercana a los nueve puntos, que luego fue bajando hasta el 8,2 actual. Para que os hagáis una idea del baremo con el que tratamos, las películas con más puntuación en la web son El Padrino, con 9,1; El Padrino II, con 8,9, y Luces de la Ciudad, con 8,7. Es decir, que Origen estuvo durante algún tiempo entre los títulos indiscutibles de la historia del cine.

Con una acogida tan calurosa, ¿cómo no ir a verla? Huelga decir que no se cumplieron los pronósticos: lo siento, pero no estamos ante una nueva obra maestra que dé un giro al cine de este poco creativo inicio de siglo. Como tal, la película no está mal. El guión es bastante correcto, con mucho siembre de dudas y vueltas de tuerca -siguiendo la tendencia de ese cine de intriga de finales de los 90 en el que se implica tanto a los sesos del espectador que estos terminan humeando mientras tratan descubrir los detalles de la trama-, aunque hay que decir que algunos aspectos del mismo están un poco fuera de tono (¿desde cuando el dueño de una multinacional se arriesga para "controlar" el trabajo sucio?) y sobra un buen trozo de metraje: demasiadas escenas de acción y explosiones muy a lo blockbuster que convierten algunos trozos en un festival de hostias bastante aburrido. Eso sí, la ambientación y el trasfondo son bastante originales, con todas esas ideas de los niveles del sueño y la posibilidad de introducirte en ellos.

Entonces, ¿qué narices es lo que ha pasado en Internet? ¿Por qué tanta gente se ha lanzado a dar tan alta puntuación a la película y por qué ha sido tan alabada por los críticos (según extractos de prensa que aparecen en la misma ficha de Filmaffinity)? Vivimos en una sociedad que tiende a glorificar lo efímero, que se enfervoriza con algo con la misma facilidad con la que lo deja de lado y que además queda eclipsada con atrevidos montajes visuales y tramas enrevesadas. Me gustaría ver la pasión que despierta Origen dentro de, pongamos, 10 o 15 años. Otro tanto le ocurre a los periodistas, que tienden a utilizar palabras rimbombantes para dar cancha a algo de lo que no se hablará dentro de poco tiempo, exagerando su importancia.

E Internet es el principal vehículo expresivo de todo esto, dónde todo el mundo expresa su opinión y las noticias corren como la pólvora. Nos obsesionamos con aplicar el criterio democrático a todo, y tenemos que asumir que las cosas no son correctas porque así lo crea la mayoría (tampoco incorrectas, ojo), sino que debemos formarnos nuestra propia visión crítica para distinguir entre las diferentes opiniones. Esto me recuerda a aquel cartel que aparece en Los Simpsons: "¡50 millones de fumadores no pueden estar equivocados!".

En fin, moraleja: tomad siempre con cautela este tipo de exhaltadas primeras opiniones y desconfiad de opiniones tan mayoritarias si no ha pasado el tiempo suficiente como para que se diluya el a veces exagerado entusiasmo inicial.

martes, 17 de agosto de 2010

Caramba con el cañoncito

No os perdáis los vídeos que he encontrado en Aquí Estuve Ayer..., dónde un internauta anónimo muestra la potencia de un mini cañón fabricado por él mismo, basándose en la forma y funcionamiento de los cañones napoleónicos. Es realmente alucinante lo que es capaz de hacer con latas, platos, jarras, botellas (increíble cómo revienta la de Smirnoff) e incluso con un monitor de ordenador. Si se vendiese no dudaría en comprarlo, porque el cañoncito es una preciosidad, al margen de su sorprendente potencia. Pero además de estar hecho completamente a mano (costaría un ojo de la cara) su creador no puede ponerlo a la venta por razones legales. Y es que, ¡se trata de un arma en toda regla!




viernes, 13 de agosto de 2010

Los grabados ocultos de William Blake


Cuál no sería la sorpresa del coleccionista que en los años setenta encontró en una inocente caja de libros de segunda mano ocho grabados de William Blake, dedicados a ilustrar tres de sus obras. Estas pequeñas ilustraciones, que fueron compradas por el grupo Tate a principios de este año, forman parte ahora de la nueva exposición de la Tate Britain de Londres, dedicada a los artistas románticos.

Muchos de los dibujos y grabados de Blake son realmente inquietantes, con esos demonios y formas orínicas tan propios del poeta británico. El estilo de algunos de ellos, sencillo y de trazos definidos, parece ser precursor del de los cómics. Aunque no he podido encontrar referencias (escribo de memoria), recuerdo que cuando el año pasado estuve en la Tate Britain tenían una sala especial dedicada a los dibujos de Blake. Una obra me llamó especialmente la atención, una acuarela (creo) apaisada en la que aparecía un paisaje con árboles cuyos trazos me recordaron a los de Giraud en El Teniente Blueberry.

Sin duda estos grabados son un maravilloso hallazgo de un artista polifacético y excéntrico, al que, por poner un ejemplo de su peculiar comportamiento, le gustaba sentarse desnudo con su esposa en el jardín de su casa a leer a Milton.

(Vía El País)

martes, 10 de agosto de 2010

Bichos al microcospio


Realmente alucinantes son las fotos de insectos y ácaros que el ya jubilado científico británico Steve Gschmeissner ha tomado con un microscopio electrónico de barrido. Llama la atención la gran variedad de formas existentes y cómo algunas son ciertamente complejas a pesar de su diminuto tamaño.

La que más me ha sorprendido ha sido la del común pececillo de la plata, cuyo encuentro en el cuarto de baño es para mí asunto casi diario y cuyo retrato encabeza este artículo. Resulta que se trata de un fósil viviente, pues su estructura ha permanecido prácticamente sin cambios durante unos 400 millones de años, conservando la fisonomía de los primeros insectos que existieron sobre la Tierra, que no desarrollaron alas hasta más tarde. Por el contrario, la mayoría de los insectos no alados proceden de antecesores que sí tenían alas. Aunque fáciles de aniquilar por sus escasos reflejos, pueden vivir más de ocho años y resultan realmente desagradables cuando aparecen de repente de entre las páginas de libros antiguos.

(Vía Aquí Estuve Ayer..., dónde podréis encontrar más fotos)

viernes, 6 de agosto de 2010

Lo que se ha perdido el cine

En El País han publicado hoy un artículo que hace un breve repaso a diez proyectos de películas que no salieron adelante por culpa de los productores. Todos son proyectos ambiciosos, superproducciones arriesgadas que hubiesen supuesto a sus promotores un éxito desmesurado o bien una ruina total.

Pero qué maravilloso habría sido ver al Napoleón de Kubrick, encarnado por Jack Nicholson, en la batalla de Waterloo, rodeado de miles de extras; algo así como la maravillosa Barry Lyndon pero a lo bestia. O ese Batman de los años cuarenta dirigido por Orson Welles, con Gregory Peck de protagonista y la diva Marlene Dietrich como Catwoman, a tan solo siete años de que el personaje apareciese en su primer cómic. Por no hablar del grandioso (no me cabe duda) Génesis de Bresson o la película con cámara subjetiva (desde el punto de vista del protagonista) de Hitchcock.

En fin, que nos hemos quedado sin grandes joyas. Y es que, no lo olvidemos, el cine es un arte caro y los productores han de buscar su rentabilidad ante todo, qué le vamos a hacer.

martes, 3 de agosto de 2010

Receptor de AM casero



Ya sabéis que normalmente no suelo hablar de mi carrera, Ingeniería de Telecomunicaciones, en este blog. Pero creo que este aporte puede resultar curioso a los que os sintáis atraídos por la electrónica. Resulta que para una asignatura he tenido que hacer junto con mi compañero Alberto una receptor de radio AM. El resultado podéis verlo en la foto de arriba y en el vídeo adjunto. La antena es un poco limitada, por lo que sólo puede captar una única emisora. Concretamente ha sido diseñada para captar alguna en torno a 1080 kHz (en Granada la Cadena SER, la que se recibe con mayor potencia).

Os comento un poco sobre la estructura del aparato, cuyos componentes están soldados en una placa de baquelita. A la izquierda tenemos la antena, que no es más que un cilindro de ferrita con dos arrollamientos de cobre, lo que permite tener una impedancia de entrada más o menos alta. El circuito resultante está sintonizado a 1 MHz más o menos, y se ajusta con un condensador variable.

La siguiente etapa es un amplificador en emisor común sintonizado también a 1 MHz, lo que permite aumentar el nivel de la señal captada por la antena. Esto se introduce en un mezclador que multiplica la señal con un armónico con la misma frecuencia que la emisora a escuchar (se ajusta también con un condensador variable) y, tras filtrarla y eliminar las componentes de alta frecuencia, se obtiene al fin la señal de voz demodulada.

La señal final se amplifica y se pasa a la etapa de audio, que la adapta para que pueda escucharse por el altavoz. Todo va alimentado con 5 V, que se obtienen de una batería de 9 V a partir de un regulador (se puede ver encima del altavoz).

He de decir que he disfrutado bastante haciendo la radio, aunque bien es verdad que a veces desespera un poco y es casi imprescindible el acceso a cierto equipamiento (osciloscopio, generador de señales y fuente de continua) para ir probando cada módulo por separado, ya que como se monte todo del tirón seguramente no funcionará a la primera.

lunes, 2 de agosto de 2010

Pinocchio: El asesino de vampiros


Está claro que el reescribir historias clásicas con transfondo vampírico o de zombies está de moda. No hay más que ver, por ejemplo, el Orgullo y prejuicio y zombies, en dónde se da una nueva visión de la novela de Austen.

Pues bien, gracias a La Cárcel de Papel me he enterado de la existencia de la novela gráfica Pinocchio: A Vampire Slayer (ya hay editados dos tomos), una adaptación del célebre cuento en la que Geppetto muere a manos de unos vampiros y su hijo de madera decide vengarle. Y quién mejor que para matar vampiros que alguien que dispone de una estaca de madera cada vez que dice mentiras.

Desde luego, una idea original para un cómic que pinta divertido y que creo que no ha llegado a nuestro país (el que tenga curiosidad, que vaya al enlace de los comentarios). Aquí os dejo en principio el vídeo promocional de la obra:

domingo, 1 de agosto de 2010

La Ilíada en gráficos


Bueno, llega agosto y el blog vuelve a su actividad habitual, al menos durante este mes.

Todo el que haya leído La Ilíada, de Homero, habrá visto que en las batallas, meticulosamente descritas, aparecen una gran cantidad de personajes (no sólo guerreros, sino también caprichosos dioses) que confunden en ocasiones al lector. Para ayudar en la lectura o relectura de la obra, el autor de El Pez Volador, estupendo blog cultural, ha recopilado en diferentes gráficos los datos de la obra (número de bajas causadas por cada líder, número de naves de cada ejército, etc) y esquematizado lo que ocurre en cada batalla. Se trata de una idea genial y cuidadosamente elaborada, que nos permite disfrutar mejor la obra e incluso acudir a pasajes concretos, que podemos seguir paso a paso.

P.S.: Si tengo tiempo, y aprovechando mi reciente estancia en Dublín, quizás haga algo similar con el Ulises de Joyce...