Allá por el 2005, comenzamos a oír hablar de un grupo de Sheffield. Con tan solo 19 años, consiguieron convertir su primer disco, Whatever People Say I Am, That's What I'm Not, en el álbum de debut más vendido de la historia de Reino Unido en su primera semana. Con una fama alcanzada principalmente gracias a Internet, se hablaba de ellos como la esperanza de renovación del rock británico, aunque su segundo disco, Favourite Worst Nightmare, diluyó en parte las expectativas al ofrecernos más de lo mismo.
Sin embargo, el sonido de los Arctic Monkeys ha cambiado bastante en su nuevo disco, Humbug. Quizás por los proyectos de Alex Turner, el cantante, fuera de la banda o por la colaboración con Josh Homme, miembro de Queen Of The Stone Age, el grupo se aleja de las bases frenéticas de batería y del tono bailable de sus inicios e introducen un estilo más oscuro. Los riffs son más pausados, y la voz de Turner suena más sombría, deslizándose por unas letras más maduras.
Les ha salido un disco bastante bueno, aunque las comparaciones son odiosas. Los de Sheffield han madurado, sí, pero personalmente me parecía más original el tono de sus inicios. Tras varias escuchas, no he encontrado en Humburg ese toque diferente que te hacía escuchar su opera prima y otra vez, sin cansarte en absoluto. De todas formas, bravo por ese cambio de rumbo, y seguiremos atentos a sus próximos trabajos.
1 comentario:
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