La increíble obra maestra de Chris Ware es un recopilatorio de todo lo que ha ido publicando en su serie de comic-books desde 1993, así como un gran contenedor de sus obsesiones cotidianas. El formato es efectivamente el de un lujoso catálogo de novedades de la empresa ficticia ACME (heredera de aquella de las que obtenían sus artilugios los personajes de la Warner), adornado con ribetes dorados en el lomo. Y aquí es cuando el lector ajeno al cómic de Ware, antes de abrir siquiera el volumen, comienza a vislumbrar su peculiar obsesión por cuidar cada milímetro de su obra, cuando descubre que la tira promocional que envuelve la cubierta está también repleta de textos irónicos y que tras de ella hay impreso ya una historieta. Y no sólo eso, hasta en el canto de la portada aparece una tira de cómic muda, en formato diminuto.
Tras esto, el lector intuye que está ante algo diferente, lo que se confirma en el interior: las páginas con viñetas de cómic se mezclan con secciones de anuncios de productos descacharrantes (puedes comprar reservas indias, globos fetales o razones para vivir) o de recortables para tardes lluviosas de sábado, así como una historia de la compañía ACME o un mapa de los cielos fosforescente. Inspirado en la estética de los catálogos de los 50, los anuncios están redactados en una letra pequeñísima a pesar del gran formato del volumen, y el lector se descubrirá dando algunas vueltas al libro o echando mano de una lupa para analizar cada detalle y leer cada pequeño párrafo.
Pero mientras que en las partes redactadas se refleja un humor negrísimo y una fina ironía, las historietas de cómic, a pesar de su estética colorista y su trazo definido y en ocasiones naif, contienen en general desoladores testimonios de la vida del hombre moderno. El patetismo de algunos personajes hará soltar alguna carcajada de vez en cuando, pero en general la respuesta a las historias es compasión o, cuando nos identificamos con la misma, melancolía. Y es que ahí radica el genio de Ware, en buscar comicidad en lo que parece no contenerla o acabar demoledoramente historietas que parecían cómicas. La magnífica rotulación que encabeza cada página (toda hecha a mano) nos presenta a varios personajes que irán apareciendo a lo largo de la obra: Rocket Sam, un aventurero espacial al que nunca vemos la cara perdido en un planeta lejano; Big Tex, un joven y estúpido granjero con una agria relación con su padre; Rusty Brown, un coleccionista friki gordo y egoísta, o el protagonista anodino de Cuentos del Mañana, que gasta su alienada vida en un futuro dominado por lo material. Todo esto está estructurado alrededor de un personaje central, el creador supremo (podéis encontrarlo en el centro del lomo, diminuto, casi invisible), cuya aventura de creación del mundo va desgranándose poco a poco, casi viñeta a viñeta, hasta derramarse de forma más amplia en las páginas centrales. Un ser caprichoso al que no le importan los seres humanos y que protagoniza una historia cíclica, atrapado y ligado a su propia inmortalidad.
En conclusión, el Catálogo de Novedades ACME es una obra magistral completa para explorar a fondo y revisitar de vez en cuando que sique la estela de otras recopilaciones semiautobiográficas como el Breakdowns de Art Spiegelman. Un cómic adulto que explora las relaciones personales y los sentimientos humanos mediante una estética alegre pero con un mensaje que en la mayoría de los casos no lo es en absoluto, de una forma a la que quizás no estamos acostumbrados pero que no por ello deja de ser menos profunda. Absolutamente maravilloso.
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